''¡Están locos estos españoles!
Imagínate, mama, ayer, ya faltaba poquísimo para que empezaran a dar las campanadas del nuevo año. Yo dejé mi copa de champán sobre la mesita de té y el perro-oso (porque es demasiado grande para ser llamado sólo perro) la tiró al suelo al mover la cola. La anfitriona fue corriendo a recoger los trozos para que nadie se cortara, y cuando ya había terminado casi de recoger, empezaron las campanadas. Ya conoces esa costumbre de comer una uva con cada campanada, ¿no? Sí, ya sé, ¡creo que les gusta empezar el año arriesgándose la vida de esa manera! Bueno, pues ella fue corriendo a tomarse las uvas, se sentó entre los dos sofás, en el reposabrazos de uno, y de pronto, oímos un estruendo y desapareció. ¡Sí, se había caído! ¡Y de qué manera! (risas) ¡Pero es que encima se puso a buscar las uvas que habían rodado por el suelo y se las seguía comiendo una a una! Tendrías que haberlo visto: Ella a gatas por el suelo, cogiendo granos de uva de debajo del sofá y tosiendo. Su hija, a su lado, de pie, con la boca llena de uvas y morada de tanto reír. El oso-perro corriendo alrededor de la mesa. El abuelo, que creía que ya habían terminado. La sobrina, que decía que si no las comes de dos en dos no tendrás buena suerte. La mitad de los demás intentando seguir las campanadas y la otra mitad sin saber cómo reaccionar al desafortunado percance de la anfitriona. ¡Y yo ahí mirándolos a todos, sin podérmelo creer! (risas) Sí, sí, en doce segundos. Pero lo mejor de todo, sin duda, era que, a pesar de todo, cada uno de los allí presentes siguió comiendo las uvas, una por una, a pesar de todo lo que les pudiese ocurrir.
Creo que estoy empezando a comprender lo importante que es para los españoles toda esa ceremonia de las uvas, mama. Si hubieras estado allí... (vuelven a reír) ''
1 comentario:
Créeme cuando te digo que en mi casa hubo un circo parecido jajaja (Yo era la hija que estaba morada xD)
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La vida, la vida.