Y, una vez más, te busco en ese pupitre. Te busco por ese autobús en el que podríamos coincidir. Te busco por esa calle por la que vas hacia el colegio. Te busco paseando por ese parque. Te busco caminando por ese pasillo. Te busco dirigiéndote a esa clase. Te busco entre las personas conectadas en el chat. Te busco por mi memoria. Busco tu encuentro ''casual''.
Y, mientras busco, la emoción y el nerviosismo se apoderan sobre mí, esa multitud de crapulillas se ponen a aletear frenéticamente en mi estómago, y cuando (la mayoría de las veces) descubro que no estás, las crápulillas deciden suicidarse de golpe, y provocarme trastornos intestinales.
Durante todo este proceso, intento tapar las sensaciones anteriores pensando el tipiquísimo ''no seas estúpida'', y las posteriores a la desilusión con otro topicazo ''te lo dije, por estúpida''.
Y, pienso. Qué estúpidamente he estado buscándote por aquí con una estúpida emoción y un estúpido nerviosismo para hallar estúpidamente, y con cara de estúpida, probablemente, que tú, estúpido, no estás.
Pero, sinceramente, ¿no te parece completamente estúpido que el hecho de que aparezcas por la puerta me alegre el día? ¿o el hecho de que, si no apareces, me sienta estúpidamente alicaída? ¿o el hecho de que, si apareces, pero casi no llegamos a hablar, es más, ni nos miramos en todo el día, me hace sentir aún más estúpidamente peor que si ni siquiera apareces?
¿Es o no es la cosa más estúpida del mundo?
¡Pues claro que sí! Me autocontesto.
2 comentarios:
Calla, calla, no eres estúpida, ¡sólo atontita, ya lo sabes!
Vicky, te pasas (de guay) jaja. Sara, estas siendo melodramatica. Lo tuyo no son estupideces, se llama adolescencia, y es totalmente normal :)
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La vida, la vida.