Parvo, Algernon, Gilmos, Garovo, Hedren, Merchad ben Kohn. También estuvo Jengis y Jorbi, y cómo olvidar a Varasztukor. Hay algunos que no tienen ninguna importancia, como Igor Estrabismo, Nagorno, Jastasion, seguro que alguno más; a veces fastidian un poco, de vez en cuando, un par de granitos de pimienta por aquí y por allá. Llegaron un día pequeñas catástrofes en las que me acompañaron Míster Caligrafía o Café Caliza (eso fue más bien gracioso). Lo de Juarrerrida fue un capítulo censurable.
Evidentemente no todos han de ser con los que la genética haya trabajado, también caben destacar otros extremadamente importantes anímicamente como Doolittle, Lambertov, Diodo (todos necesitarían un capítulo aparte; este también por su complejidad), Monster, Jaleo, otros un poco olvidados desgraciadamente como Yolo (hubo varios Yolos, a decir verdad, y un Andén), Aro, Joso, Zahúr, etc.
Hay más, lo sé. Muy importantes, cuya historia aparece en otras enciclopedias. Se podría escribir tanto sobre tantos.
Últimamente Algernon opera cerebros y disecciona corazones. Bueno, más bien estómagos. Espero que no se dedique a los ojos, porque supondría un problema grave en mi fisonomía. Y aún así, a pesar de todo, no puedo evitar sentirme hasta culpable, es curioso, e incluso faltan cromosomas. Y hacerme preguntas "Y si" de las que joden. Querido no querido, ¿te pasará lo mismo? Venga, un abrazo, recuerdos a tu apéndice.
Y ni empiezo con Gilmos, vamos. Con un par. Puede que ni Merch ben Kohn siga en el aire. Pobre Merchad. ¿Sería capaz de diseccionar un estómago? Es muy probable, aunque me da en la nariz que es experto en trompas, tímpanos y lácteos.
TLDMV.
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