domingo, 29 de noviembre de 2009

Sonrisas.

Lo leí en un lugar, me gustó, me agradó. Es lindo.

A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final.A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito. Es inefable.Pásate varios años con demasiadas ilusiones sin cicatrizar, y a todos tus sueños les acabará saliendo una arruga. Y como no los vayas revisando y actualizando de tanto en tanto, algún día te verás explicándoles por qué ya no pueden salir a la calle vestidos de marinerito.Pero hoy no quiero hablar de sueños. Sino de sonrisas. Y hay muchísimas maneras de estirar la boca.

Para empezar, uno puede sonreír para sí mismo o puede sonreírle a otro. Se trata de sonrisas completamente distintas, sobre todo porque mientras la primera es por donde se escapan ideas alegres y recuerdos indelebles, la segunda constituye el símbolo universal de la complicidad. En este último caso, muchos aseguran que dedicarle a alguien tus labios puede resultar tan contagioso como un bostezo en el metro. Luego están las sonrisas que enseñan los dientes y las que se hacen las interesantes. Nada que ver las unas con las otras.
Creo recordar haber leído que el ser humano, junto a algunos primates, es el único animal del planeta que no enseña los dientes como señal de defensa o agresividad, sino justamente de todo lo contrario. A partir de ahí, todas las demás. Sonrisas de idiota y sonrisas de listillo. Sonrisas falsas, sonrisas malignas, sonrisas tímidas, arrogantes, sonrisas payasas y sonrisas desesperadas. Sonrisas que invitan a un primer paso y sonrisas que declinan toda invitación. Sonrisas verticales, horizontales, de medio lado, de medio pelo y hasta en diagonal. El catálogo de sonrisas humanas se complementa con formas de bocas, accidentes faciales y jardines dentales, hasta crear las infinitas combinaciones que en teoría, y sólo en teoría, deberíamos estar presenciando continuamente. Y es que una variable clave dentro de esta inusual ecuación consiste en el momento en el que decide hacerse presente. Para cualquier otra expresión física, hay que tener muy en cuenta cuándo se manifiesta. Para la sonrisa, no. Da igual la situación en la que te encuentres, una sonrisa bien dibujada siempre te va a ayudar, a ti y seguramente a los demás también. Sí, incluso en un tanatorio, en un accidente y en una ruptura sentimental.

Para terminar, matización importante. No confundirse. Sonreír no tiene nada que ver con reír. Simplemente comparten letras. La sonrisa crece. La risa estalla. La sonrisa calla. La risa berrea. La sonrisa escucha. La risa habla. Pero si se puede sonreír incluso mientras se llora. Con eso está todo dicho. De cualquier modo, si hay algo que realmente me fascina del acto de sonreír es lo mucho que se obtiene frente a lo poco que cuesta. Lo poco que abunda frente a lo gratis que es.


¿Cuántas cálidas sonrisas has dedicado hoy?

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Una ficha técnica. (Un tanto peculiar)

Nombre: Menestes Hórtez
Edad: Irritantemente inadivinable. Obviamente mayor de 16 años, obviamente menor de 30 años. Ninguna otra pista.
Altura: Tipo 1,70 algo más.
Peso: No creo que oscile en lo anormal. (Poco importante)
Cara: Pálida, gafas cuadradas grandes y negras. Ojos oscuros. Pelo largo y oscuro. Con complementos poco comunes: sombreros, gorros... (Oscuros).
Aspecto físico general: Indumentaria estrafalaria (y oscura), algo siniestra.
Halo que la rodea: Misterioso, inexplicable, intrigante, siniestro.
Comportamiento: Definitivamente Raro. Aparece por clase cuando le apetece. Pasa todas las tardes en la misma biblioteca. No habla. No mira. No sonríe. No saluda.
Interrogantes surgidos tras su observación: ¿Tendrá padres?¿Vivirá sola?¿Cómo será su casa?¿Y su habitación?¿Y su diario, si lo tiene?¿Y su móvil?¿Qué pensará?¿Tendrá amigos?¿Y tendrá voz?
Posibles teorías sobre lo que hace en su tiempo libre:
-Conoce un mundo mejor y especial, en otra dimensión, al que sólo ella tiene acceso a través de un portal mágico, en el que tiene su vida, y sus amigos. (Demasiado fantástico)
-Es la hija secreta de una profesora del colegio que no la quiere reconocer, y entre todo el personal docente de éste la cuidan y la tienen por ahí. (Demasiado telenovelesco)
-Es un genio, tiene un cerebro increíble y viene para entretenerse de vez en cuando al colegio. (Demasiado peliculero)
-Simplemente es una tía extraña. (Demasiado poco imaginativo)
Conclusión: Puede que sea mucho menos interesante de lo que aparenta su investigación.