martes, 25 de septiembre de 2012

Lista de Cosas Que Hacer Antes de Morir

Y ya me callo por hoy.

[...]
71- Hacer un perfect 
72- Despertarse y ver
73- Tocar a Bruce Springsteen
74- No decir una cosa negativa en todo el día
75- Hacerse una herida y que cicatrice limpiamente
76- No torcerse el tobillo en un año
77- Comer un Kebab con dignidad
78- Comer una ensalada con dignidad
79- Comer espaguetis con dignidad
80- Tener una idea para Las Instrucciones (guiño)
81- Poder comer con dignidad en general
82- Disfrazarse de Todas Las Cosas que Salen en Mi Lista que Cosas de las que Tengo que Disfrazarme Antes de Morir
[...]

Merchad y otras metáforas.

Hola, qué tal. ¿Qué es la vida?
Siempre creí que mi Calisto sería Gilmos. Es cierto que el fue el que más jodió las cosas, y deliberadamente, en realidad tú me das exactamente igual. Pero eres bastante Calisto, hijo de Kohn. Afortunadamente, yo no soy nada Melibea y paso de tu culo, no sé si porque eres imbécil o un soso gilipollas. ¿Qué es la vida? Y todos tus amigos, puf, qué pintaba yo allí, qué pinto yo en ninguna parte. O más bien qué pintabas tú en mi vida. O yo en la mía. O qué pintaba yo en tu privilegiada mente, dónde cabrá. Ya sé qué dos cosas cabían, cerdo. Y qué grotesco cuanto más pienso lo que me tuve que preocupar cuando en realidad eres una especie de Algernon II pero cien mil veces más aburrido y poco interesante. Que ya es decir.
Hoy habéis vuelto todos para atormentarme o qué pasa. Incluido Yolo Estévez, aunque ha sido de  mearse, porque Casper. Y Algernon, sin comentarios. No sé si me has arreglado la vida, o estropeado la década. ¿Qué es la vida? Añadiría la continua ausencia de Hedrenko y Farola, pero ya me tenéis acostumbrada. A veces me jode y todo. Y Gabrovo y compañía, o las Barajas de Cartas; eso ya es de cuadro panorámico con amapolas para guardar en el trastero. Cuadro con el marco lleno de polvo. Y de repente una canción, y descendencia. Y de repente se desinfla el globo.

Pues qué voy a decir, qué voy a decir.

La vida, la vida.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Gilmos.

¿O debería decir Tell Vilmos? Nah, nah. Todos lo sabían, era ultra evidente. Hasta penoso. Evidentemente, tú también lo sabías. ¿O quizás no? ¿Fuiste sincero? Jamás lo sabremos, porque nunca más hablaremos de eso. Me conviene y a ti mil veces más. Es guay reencontrarse y estar tan felices, como cuando éramos una familia. Un par de veces al año, oye.

La vida, la vida.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Una semana ya es un siglo.

No sé si será el influjo de esta ciudad, de este lugar, o qué demonios. Pero de lo más alto a lo más bajo. ¿Qué es esto?

Se acerca el invierno.