Algún día podremos cantar nuestra Oda a la grasa retirada, amiga.
Valor.
Mostrando entradas con la etiqueta vorágine. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vorágine. Mostrar todas las entradas
martes, 11 de diciembre de 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
Desempolvando a Moszkowski
Es muy curioso. Hace tres años ya que no ves a tu antiguo profesor JM; hace tres años tomaste la decisión y te despediste del edificio de Paz. Parece que esa época corresponde a otra eternidad, a otra persona. ¿Por qué te gustaba tanto? Tú mismo lo bautizaste como edificio de Paz. Tal vez porque sentías que formabas parte de algo especial. Era, quieras o no, el sentido de tu camino tortuoso en otros aspectos. Tal vez en sí no lo amabas. Sí. Sí lo amabas. Desgraciadamente, también hiciste de tu existencia allí un desastre y como todo, te viste obligado a abandonar. La distancia, evidentemente, la hacen las personas. Hoy esa agonizante parte de ti ha vuelto para molestar o tal vez preguntar por qué. ¿Por qué te has distanciado de ti mismo? ¿Pero quién eres?
A pesar de todo sigues oyendo en tu cabeza, inmortales, los discursos de JM sobre las posibilidades que tendrías, odia verte, chico, chico, qué haces, sabés lo que quiero desir, clase tras clase, no aprovecharlas ni sacarles el máximo partido. Nunca se lo dijiste a nadie. Te creías muy humilde y lo achacabas a tu modestia, recogimiento, recato, timidez, moderación, docilidad, y todos los sinónimos del diccionario. Al fin y al cabo, que tuvieras una técnica, una sensibilidad y una capacidad inusual para expresarla no tenía mérito: habías nacido así. Evidentemente, era y es por vergüenza. Tantas voces inmortales que te recuerdan el brillo de una mediocridad que madura contigo, no lo entiendo, voces tan suaves y amistosas, a años luz.
Te sigues preguntando si todo era una quimera. Si fue cierto alguna vez. ¿Quién eres?
¿Dijiste curioso? Qué pena.
Banda sonora.
domingo, 13 de mayo de 2012
Dejémonos de alternativismos. Eso es no tener vida, y punto.
Son las 3:56 del día de hoy, y yo sin drogas. Ni yoga. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Qué bonito es recordar los años mozos en los que uno se sentía superfilósofo diciendo "Nada es seguro. Si nada es seguro, tampoco es seguro que nada es seguro." Lástima que dejara a medias el desarrollo de esa teoría, suena "fascinante".
Voy encontrando notas aleatorias por ahí, y así no. Si no sé ni qué quería decirme mi yo del pasado, estoy perdida. Solo me gusto cuando me dejo dinero en lugares secretos.
No hay cosa más interesante que leer los diarios de uno mismo. Ni más traumatizante. No sé si este síndrome insomne se acentúa por el estado psíquicofisiológico aparentemente enfermo que espero que desaparezca en el examen inminente o por la Cara Eterna que me produce leer las barbaridades de por ahí. Ojalá con barbaridades quisiera decir "faltas de ortografía" y "hace mucho tiempo". PUES NO.
Pero no me arrepiento. Con estas listas se entienden muchas cosas. Todo lo que está así ahora, está como debe ser.
Escribid a vuestros yos del futuro, como mínimo es divertido releerlo.