viernes, 1 de enero de 2010

Ya lo sabía.

No, no estoy hablando de ING direct. (JAJA broma fácil, qué gracia.)

Me refiero a que ya sabía que siento un miedo irracional a las duchas con cortinas. Cortinas opacas, claro. Sin ninguna lógica, siempre tengo la sensación de que puede haber algo ahí detrás, y las corro a un lado histéricamente, con lo que me puedo mediotranquilizar y dedicarme a los asuntos que uno tiene en un baño.

La cosa es que hoy, en un largo viaje en coche, hemos parado en un bar de carretera, típicamente cutre y lleno de humo de tabaco. He reafirmado mi pavor hacia todo aseo que tenga aspecto (al menos para mí) terrorífico, no sólo las duchas. La verdad es que los servicios de este bar en cuestión eran idóneos para encontrarse esperándome a un psicópata pirómano esquizofrénico y caníbal. Tal vez sea que tengo demasiada imaginación, pero estuve allí el menor tiempo posible, y a todo meter me lavé las manos. No se me pudo escapar un suspiro de alivio cuando, sana y salva, volví a la compañía de mi familia.

Supongo que todos tenemos nuestros miedos un poco idiotas.

2 comentarios:

Jon Machalón dijo...

No te lo vas a creer pero sufro el mismo miedo irracional y absurdo a las cortinas de ducha opacas! Creia que estaba solo en el mundo jaja
Tu blog mola, Sara, y espera a que me lea todas las entradas ;)
Jon

S. Ludw dijo...

:DDDDDD

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La vida, la vida.