sábado, 4 de mayo de 2013

- ¡Lo he dejado todo por ti!

- A ver, Marcela, cómo te lo digo. No te confundas, que solo fue una cosa del momento.

- Me dijiste que llevabas ocho años queriendo declararte.

- ¿Eh? Mira, estás bien, pero fue cosa de una noche, tía. Lo pasamos bien y punto.

- ¿De aquesta suerte me tratas?

- No hay replicarme. (Nunca se acordó bien de esa escena)


Pero en realidad, como no quería saberlo, Marcela nunca preguntó. Pray for las Marcelas del mundo.


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La vida, la vida.